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martes, 28 de enero de 2014

Vieja, ¿me pones las medias?

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Era un fin de semana donde tenía que decidir entre un par de opciones que quería hacer, aunque lo que más quería era lo que más me iba a costar. Muchas veces tuve miedo y hasta llegue a tener pánico de acercarme a eso que tanto deseo, de a poco fui intentando con algo de ayuda y con el pecho que por momentos se me reventaba. Seguramente era por los malditos ataques de pánico que me daban cada vez que intentaba subir a ese colectivo y llegar para verte sonreír.

Ese fin de semana fue muy especial, raro, diría yo que fue como agua en la cara para despertar, un despertador que me anunciaba la pronta salida del colectivo, un celular que me reclamaba que lo haga y otro que me detenía en un andén, que quizás era el de Once, espero que no. Yo mire a mi costado y la almohada estaba intacta, como la había dejado noches atrás. El olor que tanto me recordaba se estaba yendo y yo me esforzaba para que se vaya aún más rápido. Me canse de comprar todo tipo de cosas que tiren perfumes con nombres imposible de lograr ese aroma como vientos de mar o aroma de bebe, yo nunca entendí a esas personas que piensan esos nombres para los perfumes, quizás sea mucho más rentable que uno que se llame “Perros de la calle” o “Culo sucio” como el juego de cartas que solía jugar con Pocho, mi abuelo, y ese rico olor a torta frita de los días de lluvia en su casa y mi abuela repartiendo mate entre los mayores de la familia mientras sus nietos tomaban la chocolatada o el té. Nunca nos dejaban tomar café ni mate, no entendí porque, pero era parte de la familia, algo tan normal como que mi abuelo haga trampa con las cartas y siempre lo tocaba el 1 de espada cuando jugaba al truco, carta que lo hacía ganar siempre.
Quizás mucho lo conozcan con otro nombre a ese juego.  La cuestión es que es divertido y mi abuelo y la ronda de primos lo hacía aún más divertido. Estoy buscando palabras para explicarle como se juega pero creo que Wikipedia puede servir más que yo para esto.

“Se quita una carta del mazo y se reserva (ese es el culo sucio). Se reparten todas las cartas entre los jugadores en partes iguales. Cada jugador descarta los pares de números y los deja sobre la mesa, no importa si se ven o no. En ronda, cada jugador toma una carta del jugador que tiene a la derecha. Si consigue un par de número igual, descarta el par y la ronda continua. El culo sucio será aquel que se quede con una carta sin par.”

La mesa era hermosa, de una madera con un tono oscuro pero hermosa, de esas que cada vez que la vez uno tiende a preguntar “Abuela ¿Cuánto hace que tienen esta mesa?” la respuesta suele ser la misma para cualquier tipo de mueble que está en su casa y que Pocho ya no pasa el dedo para ver si tiene polvo o está limpio, “Desde que nos casamos,(hace la cuenta) 48 años” y ahí es cuando uno se engancha a charlar con los viejos y pregunta cosas como, quien se encaró a quien, donde fue, porque se casaron, cuantos años tenían cuando se conocieron y termina por sorprenderse cuando nos dicen que se casaron cuando el tenía 18 y ella 16 en ciertos casos. Uno imagina esos bailes donde se conocieron y la vestimenta que llevaban que era siempre un vestido que cuidaban para ocasiones especiales. Pocho no tenía mucho con que vestirse, era un tanto desprolijo con su ropa, pero siempre estaba bien peinado, eso sí, llevaba en su bolsillo un peine marón, chico  tenia mitad dientes finos y la otra mitad dientes más gruesos y espaciados, y antes de bajarse del auto o cada vez que cruzaba un espejo, lo sacaba, y con su propio estilo se peinaba raya al costado. Yo lo conocí con pelo blanco, y en las fotos de su infancia no pude nunca saber cómo era su cabello realmente porque todas eran en blanco y negro, lo mismo me paso con Cata, mi abuela, o con Emma que sé que era rubia, pero ahora se tiñe y no sé qué tan cierto era eso, quizás fue su fantasía de pequeña, quizás soñaba con ser rubia, quizás antes de peinarse pensaba “Quiero ser rubia carajo y no lo soy” y mi abuelo Omar, a quien admiro tanto, lo conocí pelado, asique de el no puedo decir más que fue el abuelo pelado que muchos tienen, y realmente lo admiro por su forma de llevar esa calva cabeza, como admire a mi abuelo y lo recuerdo todos los días por llevar ese peine siempre en su bolsillo.

Debo confesar que yo también fui pelado como Omar y que trate de llevarla con la misma actitud que lo lleva el, me costó más, porque no era por una cuestión de tiempo mi calva cabeza, era por otros motivos, y yo creo mucho que fue por ese miedo que le tuve a ese colectivo, por esos malditos ataques de pánicos, por esos casi 3 años que dependí de medicamentos y charlas con mi vieja y con Pablo que me ayudaban mucho. Con dos Pablos, uno de buenos aires y otro de Mercedes. Son personas muy diferentes, pero a ambos los quiero muchísimo, porque hubiese sido muy difícil caminar, entender y aceptar todo eso sin ellos por más remedio que me den. Ambos tenían la capacidad, a su manera, de hacerme sentir bien.

Después de más de un año el pelo creció y para mi hoy es un disfrute enorme, y cuando creció tanto que ya podía peinarme fui a comprar un peine que yo no tenía en mi casa ya que solía pelarme al menos 2 veces por semana, porque mi vida debía ser así seguramente, y porque los Pablos tenían que estar para que yo pueda pelarme, y ella también por la paciencia de días rasurándome la cabeza, aunque me duela recordarla. Pero un día dejo de serlo, el pelo ya había crecido y yo estaba feliz y fui a la farmacia de la esquina de mi casa a comprar unos remedios que me hacían falta y vi un peine, ese peine que me recordaba a Pocho, y sin pensarlo lo agarre y le dije a la farmacéutica, me llevo esto, el resto lo dejo. No quería más que eso en ese momento, Salí ansioso a la calle y no quería otra cosa que llegar al baño de mi casa, pararme frente al espejo, y sentir el peine en mi cabeza. Puedo jurar que ese momento fue muy importante para mí, por estúpido que parezca para muchos. En ese momento lo recordé a mi abuelo como jamás lo había recordado, aún más que el día que llegue a Italia y la primer noche me desperté sentado en la cama sintiendo que mi abuelo me abrazaba y no me y sentía su olor, obviamente que estaba bien peinado. Ese día italiano fue muy triste, porque nunca me anime a llorarlo, siempre creí que tenía que ser fuerte y cuidar a mi abuela y mi mama y mis primos porque ellos eran los que sufrían realmente, sin ver que yo sufría tanto como ellos, porque había perdido a un gran abuelo, un gran papá, un gran amigo, un gran tipo ya se había ido, y ahí lo hice, un año después de su muerte. Trate de evitar que ese llanto sea por él, durante toda una semana cayeron mis lágrimas de dolor como toda esa semana llovió en Milano, fue una semana de gotas, pero yo me mentalice en pensar que lloraba porque extrañaba a una morocha que me despidió en Buenos Aires y tanto amaba.

Fue una semana bastante dura y hoy es difícil recordar todo esto. Es difícil aceptar que ya hace algunos años que no está y no haber guardado para siempre la imagen de su rostro en mi mente y tener que recurrir a fotos para ver las arrugas de su cara, el color de sus ojos, es duro no poder escuchar su vos diciéndome “Tareto” como una forma inocente de decir “¡te gane!” cada vez que terminaba la ronda del Culo sucio y se echaba para atrás contra el respaldo de la silla y agarraba el mate que le daba Cata y lo tomaba con mucho placer, ese placer de haber ganado mezclado con la satisfacción de tener a todos sus nietos rodeándolo y por dentro una victoria picara por que el sabía bien, aunque los niños no, que había hecho trampa con las cartas..

Mis abuelos, Pocho y Cata, vivieron enamorados hasta el último día que él vivió, ella sigue enamorada, se le nota en la cara y en el tiempo porque extraña y siente miedo al dormir y soledad por la mañana que se extiende en el día, y el seguramente que también, pero por ahora no lo sabré. Tampoco quiero explayarme mucho acá contando su historia, pero créanme que fue una de las mejores historias de amor que vi y viví en mi vida. Desde afuera se veía con cuanto cariño se miraban, como se cuidaban, las caricias constantes, las pocas palabras y no olvidare jamás cuando mi abuelo se despertaba y la llamaba a mi abuela para que le ponga las medias y le alcance las chancletas antes de salir de la cama. No era porque no podía hacerlo, lo hizo siempre, desde que tengo uso de razón, era una manera hermosa y simple de pedirle cariño a mi abuela, de empezar el día con una caricia en los pie, y ella para ese momento ya tenía el mate preparado, asique la situación era siempre igual…

- Vieja –
- Ahí voy – Ella agarraba un mate y entraba a la habitación, agarraba un par de medias y cuando llegaba hasta la cama le entregaba ese mate matutino que uno tanto desea cuando se despierta, le ponía las media y le dejaba las chancletas al pie de la cama.

Yo creo que ese momento para él y para ella también, era muy especial, porque no puedo entender como lo hacían siempre. Todos los días, no había uno que la mañana de ellos no comenzara de esa manera.  Imagínense que si así comenzaba un día normal, como empezó todo, creo que no tengo ahora muchas ganas de recordar cada una de las cosas, porque llego un final y ese día sentí que perdí un abuelo.

Recuerdo el último día que lo vi y en la puerta de esa misma habitación donde mi abuela le ponía las medias cada mañana me abrazo y me pidió que siempre cuide de mi mamá. Yo le dije que lo quería mucho y me fui con mi hermana para mi casa a preparar los bolsos ya porque el colectivo salía para Buenos Aires en unos minutos, y por cuestiones de la vida nuestra casa estaba allá, vivíamos con mi hermano también. Lucia decidió quedarse a vivir en esa ciudad tan hermosa y triste con su hijo.

Cuando salimos de la casa de los abuelos, al llegar a la esquina le pregunte a mi hermana “¿no lo notaste raro a Pocho?” me respondió que no y yo insistí contándole ese abrazo y el pedido que me había hecho para toda la eternidad, esas palabras que habían sonado como una despedida que ya venía organizando, porque 4 días después mi teléfono sonó mientras dormía con la morocha que me hacía tan feliz y que tiempo más tarde me despediría en un aeropuerto y la noticia llego. Pocho había muerto. Ya no iba a estar para jugar a las cartas, para andar en bicicleta con todos los nietos juntos, para hacer trampa con las cartas y hacernos creer a todos sus nietos que era capaz de hacer magia con un pucho o con su dedo gordo. El ya no estaba para nada más que para recordarlo, y lo peor de todo es que a mi mejor amigo de toda la vida, a la persona que más quiero y que me acompaño desde que nací, tuve que llamarlo y decirle que ya el abuelo no nos iba a decir más “Tareto” ni nos iba a hacer creer que podía hacer magia, y que esa persona que nos enseñó a andar en bicicleta ya no nos iba a poder enseñar más nada. Juanito corrió a casa y cuando nos vimos nos abrazamos tan fuerte como nunca había pasado, en ese momento entendí lo mucho que quiero a mi familia y lo importante que es.

Pero la vida es así…

Siempre tuve muchos miedo, a la muerte no le tenía hasta que nació mi bella princesa y me hizo pensar de a dos… a veces de a tres, pero que lo que más quiero en mi vida es verla crecer. Aunque el miedo a ese bondi y los ataques de pánico y ser pelado y esa ciudad y no querer volver a lo de Cata porque la tristeza que sabía que ella sentía y la fuerza que todos los días hace para que las lágrimas no se caigan por las suaves arrugas de su cara. Por todos esos miedos me paralice. Tanto que hasta deje de escribir, y un día, justamente hoy, un amigo me pregunto si sabía que quería hacer de mi vida, en una charla casi de café pero con la tecnología del WhatsApp (les comento de paso que me marca esa palabra como un error y no me quedo otra que hacer clic y agregarla al diccionario de Word) y mi respuesta fue bien corta – volver a escribir – eso es lo que más quiero le dije. Me pidió que empiece a hacerlo, le dije que no sabía por dónde, y me pidió que escriba algo, lo más probable es que me salga alguna pelotudez o un recuerdo triste, porque no escribo después de tantas cosas que pasaron en estos casi 3 años y que de a poco me voy sintiendo capaz de tener fuerza para seguir adelante con todo lo que quiero. Y acá está el resultado de esa simple pregunta, y creo que tenía razón cuando dije que lo que iba a escribir iba a ser así o asa, que ni tan tan ni muy muy diría alguien por ahí. Porque Finlandia ya no está, pero encontré un llavero tirado en la calle y que lo colgué con mi manojo de llaves y ahí estará hasta que las pierda y tenga que llamar a un cerrajero para que abra la puerta de mi casa. Lo guarde como el Peine que hoy sigue descansando en su bolsillo, como la primera foto de Amèlie, como el olor a lluvia y torta frita, como ese olor que quiero sacar de la almohada y me esfuerzo tanto, quizás no con la fuerza que debe hacerlo Cata, pero me cuesta y seguramente a ella también, porque es una mujer enamorada y hermosa, pero se siente tan sola que un beso de sus nietos desea que no terminé jamás y que el día que se termine, Pocho le pida que le ponga las medias antes de salir de la cama.



Iuse, el extranjero. Gracias!
La paz comienza en tu sonrisa. 

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lunes, 5 de agosto de 2013

Hoy en día puede ser un crimen pensar.

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Hoy por la tarde me paso a visitar un viejo amigo que la verdad, aunque no sea alguien que vea muy seguido en mi vida, tenía muchas ganas de abrazarlo y saber cómo estaba. Luego de unos saludos muy amistosos y repleto de cariños sinceros que hacen a dos personas amigos me comenzó a contar algunas cosas de su vida y yo de la mi e intentamos ponernos al día uno del otro en un corto rato que yo tenía para volver al trabajo y el para ir a la facultad.
En una de sus cuentos me comento que estaba con un proyecto nuevo que siempre quiso hacer y que estaba muy contento y poniéndole mucha fuerza para que funcione. Realmente en ese momento me puse muy contento porque sabía que eso que quería hacer es lo que realmente ama y sueña hacer de su vida y pensé “que lindo es escuchar gente que aún se arriesga a cumplir sus sueños”.
Sentía en ese momento que si eso que quería hacer le salía iba a ser libre, iba a ser, de una vez por todas las luchas que paso en su vida, iba a ser quien realmente quiere ser, esa persona con alas volando en el mundo que realmente le pertenece y le gusta del arte. Que iba a ser libre y seguramente pasaría muchos ratos de alegría por hacer lo que quería hacer. El solo me conto que estaba comenzando a cumplir su sueño de armar un centro cultural donde los artistas se unan para comunicar lo que siente e intentar desestructurar mentes sea donde sea que se encuentre arte, sea de la forma que sea, diga lo que diga, pero que sea arte, que sea amor, que sea libertad.
Entre tantos intercambios de pensamientos sobre este tema, y en un contexto que me pareció el correcto para decir - Hoy en día puede ser un crimen pensar y convertirte eso en un preso. – yo solo me quede en silencio mientras lo escuchaba hablar de fondo como si fuera parte del paisaje del teatro Colon por unos pocos segundo, sentí que esas palabras me llegaban a donde no creí que podían llegar. Automáticamente relacione esas palabras con la política, pero no me pareció que tenían mucho que ver por el contexto en el que estábamos y para ser realistas vivimos en un país democrático, quizás más o quizás menos para algunos, pero dentro de todo uno cree que es democracia aunque no sepa de qué se trata eso. Si realmente es eso que nos cuentan como tampoco sabemos si cada  instante que pasa nos arrebata un pedazo de rostro como dijo Oscar Wilde.
La charla continuo luego de esa frase y quedamos en vernos e ir a unas de sus varieté que están haciendo en el centro cultural, allá por Berazategui el 28 de Agosto, y cuando termino el pucho que le convide, se paró y se despidió de mi – Bueno Negrito, te dejo que tengo que ir a la facu… – Lo abrace y prometimos vernos ese 28, el camino por la plaza y tiro las colillas de cigarrillos en el cesto de basura como suele hacer, “nunca va a dejar de cuidar al mundo por mucho tiempo que pase”.
Mi día continuo y seguramente el de él debe haber sido algo más largo que hasta el punto en el que yo lo perdí de vista.

En un momento de la tarde me volvió a la mente esa frase y comencé a pensar y tratar de entender como uno podía ser preso por sus propios pensamientos. Ahí fue cuando intente compara esa definición con actos cotidianos de las personas y acciones interminable y repetitivas que vemos todo el tiempo en los demás y que uno también participa de esa coreografía que nos hacen bailar con una mala música de fondo.
Ahí sentí tristeza porque entendí a que se refería el cuándo decía lo decía y que esas palabras tristes y que te llenan de impotencia de no tener libertad son reales. Porque la gran aparte del mundo vive preso de un pensamiento que nos vendieron una vez y nosotros sin saber lo estamos comprando cada vez más. Porque uno vive para creer que los sueños se pueden hacer realidad y no que los sueños se hacen realidad. Que el que arriesga pierde y no que hay veces que se puede ganar. Que el amor duele y no que está lleno de momentos lindo en una relación. Que los recuerdos son tristes y no que hay días que viviste que te hicieron sonreír y que muchos también te hicieron llorar, pero ya va a pasar con el tiempo según dicen. Yo no sé si el tiempo pasa por mí, pero vos aun seguís doliendo dentro mío. Que la muerte mata y no que continua uno murindo como los hace viviendo cuando eta vivo. Que las hojas caen de los arboles y no que la primavera llegara algún dia. Que el frio de las oglesias es triste pero no saben que el de la calle es peor para quien duerme ahí.
¿Hoy en día las penas se superan? Me pregunte y ahí yo no quería pensar que eso pasaría si podría tocarte.
Me quede con tantas cosas en mi boca que no te di ni te dije que aún no se si exististe porque siento que jamás te dije nada y si alguna vez hablamos, espero haber sido sincero y que me hayas escuchado, porque si hoy pudiera hablar con vos y contarte eso que muero por que sepas, los recuerdos serian una sonrisa y no una pena que olvidar. Porque un sueño se cumpliría y no dejaría de ser algo que podría llegar a hacer. Porque un miedo dejaría de ser miedo y serian hechos de valentía y libertad. Porque el cielo estaría ahí, justo arriba nuestro ahora y brillaría como un nunca más lo podría volver a hacer.
Tal vez yo no tenía sonrisas ni un sentido al que ir, vos me diste un camino y yo no supe caminar. ¿Sabías que me encantaba cuando dormías junto a mí y me abrazabas? Y eso lo extraño todas las noches de mis días. No quiero nunca que termine el día porque no estas para poder descansar. Y vivo pensando en vos, en que te extraño, hasta pienso que te necesito aunque yo me sepa cocinar, porque siento que no puedo dormir sin vos, porque un domingo no es domingo sin vos, porque despertarme y girar mi cabe para el otro lado cada mañana y no encontrarte es muy triste. Porque todos los días pienso en vos y que te extraño y no puedo dejar de pensar y pensar y pensar en que no estas y vivo preso de ese pensamiento mi amor. Te pido que vuelvas o que te asomes si estás ahí que salí a buscarte, nada más que eso te pido mi amor.

Ahora entiendo que quería decir Luquitas. A él sí que lo extrañaba de verdad. Las charlas con el son algo que me hacen entender muchas cosas, pensar y a veces escribir. Él es un gran artista, una gran persona, y sobre todo es un gran luchador de su vida. Porque es de los que creen que un sueño si se hace realidad. Porque es de los que luchan contra esa coreografía armada sin ensayo para poder hacer su camino. Por eso Luquita te quiero mucho, y quería decírtelo, porque sé que a los amigos llega un momento de la vida donde los deseos los separan, y aunque sé que a nosotros no nos va a pasar o eso es lo que deseo, quizás sea tarde mañana cuando quiera decírtelo. Por eso aprovecho hoy.
-Te quiero mucho pendejo!

Soy Iuse, el extranjero. Gracias!
La paz comienza en tu sonrisa.



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miércoles, 10 de julio de 2013

Ya te perdí.

No sé si soy solo eso que dijo o si seré algo más,
Solo sé que he perdido más de la cuenta,
Que perdí hasta mi amor,
Que mis tiempos sin vos no son más de lo que hubo y ya no hay,
Que nunca imagine esta noche sin tu abrazo
Y que la vida me envuelve en preguntas que no tiene respuestas
Aunque no tengan ni sentido de ser lo que alguna vez quise seguir siendo con vos.

Hoy no tengo nada, no me queda ni un poco de resto,
Ni imaginación para amar.
No puede seguir amando y todo eso soñado cayó como una copa de vino a un piso de cristal,
Quizás fui yo quien la tiro, quizás fue solo esto que me llevo a caer con una copa de vino al piso de cristal,
No tengo nada de nada para poder amar,
No tengo fuerzas ni imaginación.

Hoy tengo sueños, sueños hechos agua de cascada que se desarman al caer,
No tengo un viento que me acompaña,
No tengo un camino, me siento perdido sin tus brazos al andar.

Perdí el hilo de la charla pensando en que el día se moría y que la noche llegaría en soledad,
Que la oscuridad de mi cuerpo no tendría tu piel ni nada tuyo sobre mí que valga la pena,
Pero no logro encontrar algo que pueda hacer que mi corazón siga latiendo.

Ya paso más de un año que no estas cuando ayer te fuiste por esa puerta,
El tiempo no va a entender jamás lo tanto que te quise,
Y aunque vos no quieras, tampoco vas a entender porque deje que te fueras.

No tengo ni fuerzas para pegar primero,
Es simple dejarme pegar, señalarme y no escuchar todo lo que tengo y quiero gritar,
Yo sé que no pasa eso de que el amor vuelve cuando alguien ya no está,
Que tampoco vale de nada llamar a la madrugada y saber si estas,
Yo no sé cómo actuar si tengo que hacerlo,
Sé que puedo llorar con mi alma hecha pedazos,
Sé que te puedo lastimar y sin hacerme cargo de eso ni de nada,
Sé que puedo preguntarte muchas cosas y que no vas a saber cómo responder,
Pero cuando quieras estar en silencio, no podrás porque algo te paso,
Por lo menos hoy no tengo dudas de que algo que paso,
Ayer me dijiste que no había preguntas, pero hay misterios que dan miedo,
Que me explican quien sos  y que queres
Sé que no entiendo nada, tampoco el tiempo, como vos, no entendemos,
Pero también sé que entender traería más penas, pero no puedo dejar de intentar.

Solo sé que mi alma está hecha pedazos,
Que mi corazón no tiene fuerzas para latir,
Que mi fuerza no está para pegar primero,
Que no puedo ganar porque ya perdí.

Porque ya te perdí…




Soy Iuse, el extranjero. Gracias!

La paz empieza en tu sonrisa. 

lunes, 4 de marzo de 2013

Así nací yo.




Era una tarde normal, como todas, donde la rutina me lleva tiempos interminables de soportar cosas que uno no tiene ganas de soportar… la injusticia.

Caminaba por una de las calles de Mercedes, esa ciudad tan llena de tristeza y sueños que no muchos se animan a cumplir. Conocí algunos que lo hicieron y otros tanto que lo intentaron, pero tantos eran los otros que no. 

En fin… caminaba por la calle 2 de Mercedes, me acababa de bajar del bondi que me llevo desde casa a… ¿casa? No sé si decir casa porque no es ahí donde vivo, pero si el lugar que me vio nacer, crecer, soñar y animarme a volar. Porque allí fue donde aprendí a escribir aunque mis padres no lo sepan, aunque mis hermanos lo hayan olvidado, aunque ahí pase mi infancia, ahí crecí y ahí nació ella. Ella que me recuerda cada día que soy de allá y no de acá, sino de esa ciudad triste, al menos para mí, que me ata y me lleva y me hace crecer. Ahí está el amor de mi vida, la mujer de mis sueños y más hermosa que jamás conocí. Ahí está Amélie… mi amor.

Bueno… voy a lo que estaba. Caminaba por esa calle mientras era el atardecer quien me decoraba el momento y en una pared algo despintada pero blanca, se leía una leyendo que decía “Así nací yo” y eso me llevo a volver. A juntarme otra vez con el pasado y no tener más opción que pensar.

Mientras tanto caminaba, estaba yendo a buscar a mi hija, ella me esperaba y yo deseaba verla. Los autos entraban y salían de la ciudad y cada una con un sentimiento diferente. El mío, mientras ellos pasaban, era de nostalgia.

Pensaba en esa pared, en esas letras, como que se metieron por mis ojos penetrándolos en un segundo y agarrándose de tal manera que no me soltaban, habían pasado todas las trabas que las dejarían ingresar a mi cerebro y dejarlas pensar, habían estado ahí en la pared mientras yo pasaba, y las leí y las pensé.
Pensé en como nací yo, y cuanto tiempo hacía. No hacía mucho que lo había hecho, unos 24 años y algunos meses atrás. Pero nací de una manera, no como otras personas, no como algún otro que nació en cualquier lugar de mundo, porque nací solo, y somos diferentes vos y yo.
Nací con miedos principalmente como la mayoría de las personas, todos tenemos miedos y cosas que no nos animamos a hacer. De hecho para cualquier cosa que desees hacer siempre hay que atravesar un miedo creo.
Crecí con miedo, porque los tuve durante toda mi vida y crecí con ellos todos mis días.
Tengo miedos, porque hoy están, y cada vez son más intensos, porque ya el miedo descarta la oscuridad, ya el miedo se concentra en seguir creciendo, en crecer, en ser adulto cuando aun quiero ser un niño, porque madurar me parece la decisión más estúpida que uno pueda tomar. Al menos yo, que nací imaginando y con ganas de compartir. Nunca podría dejar de jugar.

Debo confesar ahora que todo este tiempo que me ausente fui un estúpido, porque inevitablemente intente ser adulto, inevitablemente el sistema me arrastro y me llevo a creer en dinero e injusticias, en políticos corruptos y gente de mierda, en el pasado y un futuro consumista sin tener en cuenta que estoy en el presente, a no vivir muchas veces y al miedo a fracasar. Y cuando digo fracasar hablo en serio, especialmente en el amor tengo miedo a fracasar, pero no solo en el amor de una novia o una amante cruel, sino en el amor, en todo lo que eso implica. Y muchas veces huí porque tuve miedo de estar y de afrontar lo que me pasaba, y así deje pasar mis amores, porque así los perdí, porque así perdí a ella y seguiré perdiendo si sigo temiendo. Seguiré así, intentado ser adulto y dejando de jugar. Dejare de ser un niño para ser alguien más del montón, dejare de escribir y solo por no amar. Dejare de ser quien soy o quien quise ser, dejare que el tiempo pase y no viviré nunca. Porque la vida pasa, como el tiempo, el tiempo que pasa.

Existen quienes nos desaniman a no cumplir nuestros sueños, porque ellos creen que no se puede, que es imposible, cuando si lo es, porque yo pude, y seguramente vos también. Ellos que creen que es imposible intentar, porque ahí están los que tienen miedos y no se animan a gritar como yo no me animo a gritar que amo. No importa a quien, amo al amor, a muchos, pero hay que elegir. Intentar es la clave, los detalles son la victoria de nuestros sueños, cada movimiento que uno hace en el camino, cada segundo que uno intenta, cada cielo y cada infierno, cada paso que salga de nosotros. Cada uno es quien es que debe cumplir sus sueños.

Y ahí está el tiempo, pasando por nosotros esperando a que uno haga, pero no se detiene, porque se empeña en trascurrir cuando a veces debería permanecer detenido, porque si el tiempo se quedase ahí inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, no todo sería tan difícil como parece que lo es, como romper los miedos para moverse y volar.
Para sonar y seguir jugando, aunque muchos se empeñen en que no lo hagamos, porque a ellos les conviene seguramente, o porque son malos, gente de mierda que te tira atrás cada ánimo y ese poquito de fuerza que uno logra juntar para romper.

Y son ellos o nosotros…
¿Y si son ellos?
Ellos me parecen absolutamente detestables por cierto.
Eso es lo que no hay que permitir. Que ellos ganen, porque vos podes, porque tenes alas y sos libre aunque creas que cosas te atan. Porque sos vos y solo vos quien puede lograrlo, quien puede soñar, quien puede imaginar y no dejar de jugar. Porque soy yo quien debo hacerlo, como vos… pero para eso es necesario romper el miedo. Por mucho que duela, por más que el tiempo siga corriendo siempre uno tiene que intentar y lograr.

Y así nací yo, imaginando y escribiéndote, quizás sin sentido, pero con sueños y miedos que quise gritar. Y no tengo otra cosa más que decirte – Gracias por compartir -  porque con leer estas palabras, en invertir tu tiempo en esto ya estas compartiendo un momento con mis palabras, con lo que quise decirte.

Porque así nací yo. Y no son muchas las veces que no soy más que esto que escribo. Porque tengo miedo a amarte como mereces que lo haga.
Porque temo.
Porque duele.
Porque no sé qué decir ni qué hacer cuando te tengo enfrente, y menos cuando no estas.
Y por eso escribo esto. Porque necesitaba decirlo para poder volver a mi lugar. A este, mi sueño, mi mundo y mis ganas que alguna vez olvide por intentar madurar, por ser un estúpido, por llevar ese miedo conmigo.
Porque hoy tenía ganas de gritar y de volver acá.
Porque así nací yo.


Soy Iuse, el extranjero. Gracias!
La paz comienza en tu sonrisa.


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domingo, 8 de julio de 2012

Todos tenemos alas.



Hoy es Domingo, uno mas de esos en lo que elegí estar encerrado en mi casa, uno mas de los tantos que fueron y que pasaron por mi corta vida.

Hoy quizás sea un día mas de despedidas de momentos, de lugares que toque con sentimientos, de instantes perfectos que el tiempo destruyo porque prefirió seguir corriendo y no dejar que todo siga siendo como fue, como queríamos que fuera, como ese abrazo de aeropuerto, como esas lagrimas de no volver, como ese tiempo que me obligo a crecer, a vivir, a chocar mi cabeza con miles y miles de paredes duras que no pude derrumbar, porque no tuve fuerzas quizás.

Hoy quizás me toque volver a estar en un lugar, pero la vuelta no es fácil, porque hay veces que se cruzan el presente con el pasado y eso duele, y eso esta ahí, y uno lo ve como de reojo sin quererlo tocar aunque las manos se debilitan frente a esos momentos y uno quiere volver a empezar, quiere salir del mundo porque todo lo que era lindo y feliz se convirtió en un bosque donde no se encuentra la salida, donde no se ve la vida, donde todo es mas oscuro y complejo. 

Yo no voy a decir que la vida me negó puertas, porque eso no es cierto, yo puedo decir que mis ojos no vieron, se encerraron en mi casa un domingo de emociones encontradas y no pudieron salir más de ahí, de esa habitación blanca con paredes dura que no pude romper. Pero siempre la vida da segundas oportunidades, aunque uno no lo sepa, porque yo no lo sabia, porque yo lo aprendí un domingo, porque estaba ahí y se presentó una sonrisa y dos ojos claros a los que no pude decirles que no, que me llevaron a ese lugar donde todo cambio y el bosque se convirtió en campo y en el campo estaba el sol y todo volvió a empezar, porque estaba la vida y porque estaba yo, y me dijo “toma, acá esta tu segunda chance” y yo me quede mudo y me llene de alegrías y de emociones y se encendieron sonrisas que había apagado hace mucho tiempo y no creía que iba a poder prender otra vez, pero no, no fue así, la vida estaba ahí, en el campo y en el sol y la ventana y yo y… 

Y la vida siempre da segundas oportunidades. Siempre existe el volver a empezar, siempre hay alguien, siempre esta uno, y aunque uno no pueda despegarse del tiempo, porque el tiempo corre en tu cabeza, y si no corres te lleva a patadas, porque hay que seguir siempre para adelante y no frenar. La vida no seria lo mismo sin luchar, sin vos tampoco mi amor, sin tus despedidas, sin ese abrazo que me dio angustias y miedos, porque no sabia andar solo, porque no sabia caminar, porque era poco todo lo que había visto, porque nada de eso que fue iba a ser, porque te fuiste, porque no estas… y aunque ese momento se cruce con mi presente constantemente yo quiero seguir, y quiero volver porque mis manos se debilitan cada vez que esa imagen se presenta frente a mi, porque ya me caí una vez, y me pude levantar. Por eso hoy estoy acá, aunque no me veas.

Así que, estas son las palabras que elijo yo hoy para escribir, no se si son las correctas o las que algunas personas esperaban leer, pero son las que elegí yo, y eso es lo importante, porque de algo de eso se trata todo esto, no?

Todos tenemos alas, depende de nosotros querer volar.



Soy Iuse, el extranjero. Gracias!
La paz empieza en tu sonrisa.

sábado, 9 de junio de 2012

Ríe de amor.



Estoy cerrando los ojos muy fuerte para verte otra vez,
Escondiendo mis miedos de hoy,
Cantándote esa canción que no escucho aquel vecino,
Y sorteando sentimiento para poder seguir.

Mis pestañas, mis pupilas están pintadas de vos,
Mis sonrisas y mis lagrimas están pintadas de vos.

Si mis manos ya no agarran es porque no estas acá,
Si mis piernas no avanzan es porque perdí el amor que me llevaba hacia allá.

Abrázame esta noche con mis ojos cerrados antes que llegue el final,
Cántame al oído tus risas y no me dejes mirar,
Muéstrame el calor de tu piel y abrígame en este invierno tan lejano de vos,
Yo cerré los ojos para poder verte otra vez.

Mañana quizás vengan vientos de un norte que traiga tu perfume y seas quien sos,
Y cuando yo abra los ojos estarás acá, riendo mi negra, conmigo.
Pequeña europea baja acá que estoy ciego y quiero volver a ver el camino,
Y los ríos estarán vivos de aguas dulces y peces que ríen con vos.

Ríe esta noche y ríe todo el día mi negra,
Ríe sin para que la vida esta acá,
Y no creo que termine por un tiempo más,
Y  no quiero que termine sin haberte visto hoy.

Yo sigo acá, acostado en mi cama, ciego,
En este invierno lejano de vos y tu risa.
Cerré mis ojos,
Escondí mis miedo,
Ando silbando bajito,
Soñando despierto que aquel día en que vuelva a verte llegara.

Ríe esta noche y ríe todo el día mi negra,
Ríe sin para que la vida esta acá,
Y no creo que termine por un tiempo más,
Y  no quiero que termine sin haberte visto hoy.

Abrázame esta noche con mis ojos cerrados antes que llegue el final,
Cántame al oído tus risas y no me dejes mirar.
Yo sigo cerrando los ojos para poder verte otra vez,
Yo sigo soñando despierto, mi negra.

Ríe de amor.


Soy Iuse, el extranjero. Gracias.
La paz empieza en tu sonrisa.


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lunes, 9 de abril de 2012

Y con su beso me dormí.





Es aquí donde mas duelen las penas,
Es aquí, en la soledad de mi encierro,
En la cornisa del ayer de tu pelo sin recuerdos,
En el olvido de tus lágrimas,
Y en el sudor de tus manos tibias, mi amor.
En tu luna llena y mis piernas cansadas.

Es aquí donde duelen mas.
En las calles de madrugada,
En largas vueltas a casa sin tu dulzura envolviendo el rigor.
Hoy no quiero dormir solo, sin vos.

Sus labios mojaron mi boca,
Su blanca piel me acompaño esa noche,
Sus suaves ojos pestañaron al pasar su mirada por encima de mi,
Y el perfume que me hacia dormir era el suyo,
Sus manos acariciaban mi pelo mientras me decía al oído,
“Ya no te quiero… por eso me fui”

Y con su beso me dormí sin despertar.



Soy Iuse, el extranjero. Gracias!



viernes, 30 de marzo de 2012

Cuesta poco enloquecer.


"Si mis minutos parecen siglos cuando te vas, es porque al quedarme solo veo toda mi idiotez"


Indio Solari.


Recuerdo verte pisar las hojas secas de aquel otoño que paso y deleitarte con sus ruidos al romper. Recuerdo tu risa también.

Hay veces, y por lo que creo son muchas, que equivoco lo real con lo irreal, algo así como que todo es un sueño y lo real no esta, sentir que ella duerme a mi lado y escucharla respirar, pero al darme vuelta sigo estando solo. También hay veces que no entiendo ciertas cosas como ya les conté alguna vez, ahora se sumaron mis mañana que no las entiendo mas, pero otras tantas confundo... Confundo lo irreal de lo real, al puno no de desconfiar hasta de mi rutina, de mis palabras y de mi cama algunas noches. Confundo los sueños y las veredas de las calles, las motos y los pájaros, la nieve con el frío, el amor con los daños y llego a pensar que el amor duele y que todo lo que se dice es completamente estupido y efímero, como mis textos que también los confundo con vos mi negra.

Es que no pude escribir más amor.

Confusos son los días que nos llevan a la luna, y la vida que muchas veces se confunde con la muerte quizás, como también los placeres, los malos enemigos y las verdades que no dije y me alejaron aun mas de lo que fui, por que hay veces que confundo quien soy y quien fui. Tantas noches me acuesto creyendo que soy José y en realidad quien se acuesta es Iuse, y  al revés también suele sucederme, aunque casi siempre quien me despierta es José y no aquel loco escritor que nació en un mundo lejano y confuso que fui y quizás algún día volveré.

Como reías aquel otoño.

Confusas son las vueltas de la vida, volver es confuso, muy confuso, porque siempre el camino de vuelta es el más difícil e incierto. Cuesta mucho volver hacia atrás, hacías vos, hacías toda esta confusión que en otro momento lo llame amor. Cuesta la vida, cuestan los días y cuesta sacarte de mí y de todo mí alrededor. Cuesta más que confundirme y tropezar... Y tropezar otra vez.

Los recuerdos cuestan mucho y no se van.

Cuesta tanto esta vida como cuesta el olvido y mas me cuesta desde que no estas, desde que te abrace en aquel balcón y te dije adiós, desde ese momento me cuesta tanto todo que ya ni tengo valor para salir a buscarte para pedirte perdón, para poder abrazarte y decirte todo lo que necesito estar con vos. Porque esta vida cuesta tanto como el olvido. Porque todo es tan confuso que creo que el amor duele. Porque mis días son eternos. Porque mis noche no son noche sin vos. Porque confundo hasta un final, hasta las nubes con las tormentas y todo el frío de este otoño me confunde mucho más porque no estas mi amor, porque no tengo tus pies sobre los míos, porque tu boca no dibuja una sombra en mi pared, porque tu risa es muda y la luna de papel. La luna que oculta tu cara del otro lado y mas allá, y vuelvo a tropezar por enésima vez y me cuesta y me confundo y no se caminar.

Cuesta mas empujarte allá, lejos.

Y aunque todo esto cuesta, sigo y sigo caminando por ahí como un loco coronel, como un sueño echo de tiempo, como una carcajada ronca,  silbando canciones de amor… Pero sin vos.

Cuesta poco enloquecer.



"Si mis minutos parecen siglos cuando te vas, es porque al quedarme solo veo toda mi idiotez"


Soy Iuse, el extranjero. Gracias!
La paz empieza en tu sonrisa.

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martes, 6 de diciembre de 2011

Ya no entiendo más.



“En la humanidad nada acaba del todo; cada cosa se detiene para volver a empezar”.

Yoritomo Tashi.

Hacia ya mucho tiempo que no publicaba nada de los que escribo por acá. He estado viviendo diferente, quizás en un tiempo perdido, en un tiempo ajeno, donde nada es tan así como lo muestran. He estado allí.

Eran las 16.45hs del día de hoy, yo estaba sentado en el cordón de una vereda de Buenos Aires esperando cuando se detienen dos señoras detrás de mi que entablaron una conversación muy corta, pero que me llamo mucho la atención. Ellas venían caminado una frente a la otra, parecían ser vecinas que se vieron y frenaron a saludarse. Una de ella tenía unos 40 y pico de años, a quien le daremos el nombre de Laura y la otra unos 65, o algo así, a quien llamaremos Marta. La edad es estimativa, una simple suposición de lo que pude ver en sus rostros al darme vuelta. La charla decía algo así:

Luego de un saludo cordial, Marta invito a Laura a cenar a su casa junto a su familia, ella respondió que no podía ir porque tenía la fiesta de fin de año de la empresa en que trabajaba un tal Claudio.
¿Quién es Claudio? - Pregunto la anciana.
A lo que Laura le respondió – mi marido, o ese coso que tengo ahí que le dicen marido - Marta sonrío transformándose en una cómplice de la mujer casada. Por un segundo se sintió un silencio incomodo del que querían salir, Laura por no querer dar explicaciones ni contarles los motivos por el cual se dirigía de esa manera a su marido y Marta por no querer preguntar nada, aunque algo, seguramente, suponía – Consiguió trabajo en una empresa importante de electrodomésticos – continuo Laura y ahí fue donde yo me detuve a pensar, dijo algo que me llamo mucho la atención, fue solo una palabra: “IMPORTANTE”. Una palabra que, según parecía, lo arreglaba todo. Ese coso que llamaban marido dejaba de ser un coso en ese renglón por el simple echo de que su mujer, orgullosa de el, agrego la palabra “IMPORTANTE” que cambiaba el rumbo de las cosas, o eso intento hacer Laura.

“importante”, según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), que es dirigido por el señor Víctor García de la Concha, a quien alguna vez un gran amigo mío llamado Beban le escribió una carta preguntándole porque algunas cosas eran de ciertas manera y no de la forma que, según el, eran conveniente para los países de habla hispana, como la ubicación de los números delante de las letras en el abecedario, cuando el principal problema del mundo es que se le da prioridad a los números y no a las letras, prioridad a los capitales y no a un poema de Neruda o un cuento de Shakespeare, bueno, en fin, no quiero irme de donde estaba. La cuestión es que la palabra “importante” según el DRAE significa que es algo que tiene una categoría social relevante.
Usted se preguntara a que quiero llegar con todo esto. ¿A donde? A entender porque muchas, por no decir todas, las personas siempre tienen que sentirse importante frente a las demás. Quizás esa mujer esperaba que alguien la felicitara o la respetara más porque su marido tenía un trabajo en una empresa “importante” y quizás la anciana lo hizo. Pero… ¿para que? Si ella al darse vuelta y seguir su camino seguiría siendo la mujer que se caso con el coso que llamaban marido y que seguramente no era feliz, o tal vez si, pero lo dudo. ¿que sentido tenia en ese momento sentirse importante ante la presencia de Marta, su vecina?

Son muchas las cosas de este mundo que no entiendo, y que trato de buscarle una explicación, quizás sea en vano mi trabajo, pero siento que tengo que entenderlo. Siento la necesidad de entender porque las personas viven para tener una casa, un auto, dos hijo, un perro e irse de vacaciones a la costa atlántica creyendo que así serán felices, cuando esta demostrado por generaciones pasadas que no es así. Siempre, pero siempre Papá y mamá tuvieron todo eso, pero no fueron felices. Y así pasó la vida. Ya basta de creer en ese entupido cuento. Se trata de vivir, nada más, de sonreír cada mañana al ver el sol.

Tampoco entiendo este sistema capitalista que nos maneja, ¿Hasta dónde quieren llegar? ¿No hay demasiados tipos muertos ya? ¿No ven a los desesperados que no duermen por las noches? ¿No ven los niños que andan en las calles? ¿No ven ustedes señores que hay miles de personas muriendo allá afuera de sus offices frías?

Y puedo seguir contándoles cosas que no entiendo; como la sensación que genera la música en mi; o la gente que no lucha por sus sueños; los que son felices presos de un Dios burlón; los aviones que están varados en los aeropuertos y las estaciones de trenes muertas; las caricias; los celos que no tienen explicación científica; la puta tristeza a la que uno se acostumbra y convive; las noches en desvelos de verano y el calor que transpira en mis manos; como una persona puede mentirle a un pueblo y como este mundo es el juego de unos pocos; si das un paso de mas son hombre muerto Man; los números y la nueva Europa que llora y no deja de llorar; a vos y yo que no sabemos donde ir, como estar ni donde ser; no entiendo mas.


No entiendo como un par de ojos pueden ser tan importantes en el mundo de una persona, o como una persona sufrer por amor.
Creo que la vida es mucho más que eso, pero, ¿que es?
No encuentro un rumbo donde andar, donde escribir ni donde ser.
No encuentro un alguien que me escriba, que me diga que estoy, que el granizo golpea y que las tristezas matan. Y sigo esperando, así nomás, en el camino. Y aquella pequeña señora, allá tan lejos de mi.

Asusta un poco cambiar de parecer, aunque más alto uno de uno este. Aunque el mono muestre el culo y las promesas dejen de ser ciertas como las mentes pendiente de aquel Dios que hunde el acelerador de este motor a fondo, y cuando la vida pasa terminamos entendiendo de que se trataba. Ya sin banderas, robando guita de tus manos. Todo lo aprendido lo podrás enseñar allá, en alguna parte y en ningún lugar. Siempre solo andarás, sabio de vos y de aquel capital que ya no esta, no esta.


Mintiendo así, así se va, mintiendo mas vas a matar y engañar a un diablo de cejas rotas como él, que ya no esta.


Muriendo va, al filo del amor, en esas pieles que un pibe ama en noches solas de lluvias tibias y pelos enredados, esperando allá nomás, en el camino, mientras la pequeños señora bella miente el dolor que sigue estando en su corazón.

Ya no vuela alto quien estaba allá arriba, ahora puede darte un par de promesas más, que quizás, en algún lugar se cumplan sin fin.

Tan lejos esta aquello. Tan lejos esta el mar. Tan lejos es hoy y el maldito pasado que no termina más. Sin sus besos que borraban todo, las penas, esas que nos quieren dar. Tan lejos es hoy, tan lejos esta.

Borrones de minutos muertos que no quieren ver, quieren pensar en nada, pero siempre esta ahí, muy ahí.

Y yo aquí, aun sigo sin entender como una persona sufrer por amor, como un par de ojos pueden ser tan importantes en el mundo de una persona. Como tus ojos pueden matarme así. Ya no lo entiendo más. Como aquella noche en que nos apagaron la luna, mi amor.

Esa puta tristeza a la que te acostumbras.

Ya no entiendo más.


Soy Iuse, El extranjero. Gracias!



“En la humanidad nada acaba del todo; cada cosa se detiene para volver a empezar”.

Yoritomo Tashi.

jueves, 14 de julio de 2011

Amélie.




Bienvenida Amélie.

Bienvenida a este mundo absurdo y hermoso en que no todo es lo que parece. Bienvenida a la vida, donde todo es mas simple de lo que uno se imagina. Bienvenido a las emociones y los sentimientos, a las luchas, a las de ganar y las de perder, a los días, al tiempo, a el amor, a la alegría y la esperanza de cada día, a los errores y los aciertos. Bienvenida acá, a donde te quisimos traer con tu mamá. Bienvenida a los colores, a los juegos, a las rutinas, a los partidos políticos, a las comidas preferidas, a los aromas, a tu primer novio, a las amistades que traicionan y a los verdaderos amigos, a las verdades que duelen y las que llenan de orgullo, a las mentiras piadosas y las de los gobiernos. Bienvenida a Tinelli, a Facebook y a el capitalismo, que no es lo mismo que comunismo, aunque en algo se parecen. Bienvenida a las religiones, a las calles, a las zapitillas que vas a gastar, a las cagadas que te vas a mandar, a las alegrías que vas a recibir, a todo lo que aprenderás, a reir, a llorar, a cantar, a jugar. Bienvenida a la música, a los libros, al cine y el arte en general. Bienvenida a mi blog también, que seguramente muchas veces mas te escribiré. Bienvenida Amélie. Bienvenida a los besos, los abrazos, a la luna, el sol, las estrellas y a un Dios. Bienvenida a los tramites burocráticos, a las filas de los bancos, a la de los cines y a las anécdotas de la vida. Bienvenida al campo, a la ciudad, a el universo. Bienvenida al rigor, al tedio, a lo efímero, a lo estupido, a lo inteligente y lo amable. A todos los adjetivos y sustantivos que existen. Bienvenida a las palabras.  Bienvenida hija, este mundo te espera, un mundo lleno de emociones, guerras, preguntas, injusticias, personas de mierdas y mentiras. Pero bueno, esto es asi y dudo que cambie, somos muchos lo que lo intentamos y aun no tuvimos resultados... Lo único que quiero que sepas, es que nada de todo eso importa, aunque creas que si, lo único que importa en este mundo es el amor y saber sonreír cuando uno tiene ganas de llorar.

Ya veras, a medida que vayas viviendo vas a ir viendo lo injusto y los contrastes tan diferentes que tiene este mundo, pero también tiene unos paisajes hermosos donde puedes vivir. Seguramente muchas cosas que te pasen no las merezcas y muchas otras si, por mas lindas o feas que sean, lo único que debes saber es que todo pasa por algo y cada paso en la vida es una lección y un aprendizaje. Que el amor es hermoso, y que a veces duele, pero no siempre, solo cuando recuerda el amor perdido.  Muchos seran malos con vos, pero no le des bola. Solo escucha a quien te ama, que van a ser muchos.

Te amo, y mucho, y aunque seguramente cuando crezcas digas que soy cursi, te amo mas que a nada en este mundo hija, y puedo sonar un poco maricón, pero se me caen las lagrimas de la emoción.



Y si hija… ¿Como poder sentarme a escribir sin derramar una lagrima? Si la emoción que siento es tan grande que se escapa por mis ojos. .




¿Cómo poder explicar con palabras todo esto que siento? Todo este amor, si la primera vez que te vi me quede mudo. Si no puedo descifrar este sentimiento tan lindo que generas en mi, aunque se que es amor, pero también se que hay algo mas. Si sos lo mas lindo que vi, sentí y existe en este mundo. Si te amo como nunca ame a nadie. Si tus ojos me reflejan la vida y lo hermoso de este mundo. Si sos eso que le da sentido a todo en mis días. Si sos el amor, ese amor que le da explicación a la existencia toda. Ese destello de luz que ilumina el camino. Si sos la respuesta a todas mis preguntas. Si sos mi sol, mi luna, mi cielo, mi universo y cada una de las estrellas que brillan. Si sos hermosa, mas hermosa que el sonido de un mar, que las hojas cayendo en el otoño, que el cantar de los pájaros en primavera, que un campo repleto de jazmines, mas que cualquier color, mas que un pueblo en la cima de una montaña, mas que la tierra, mas que la alegría. Sos mas hermosa que cualquier sueño que pueda soñar.

Y... ¿Como no amarte? Si cuando te vi nacer se me derritió el corazón de amor... amor mío. Si sos lo que mas soñé, lo que mas espere, lo que mas quise desde aquel día en que tu mamá, con los ojos mojados, me dijo que ibas a venir. Si sos el milagro mas hermoso que pudiera suceder. Si sos la tinta que escribe mis pasos, sos el tiempo. Si sos todo eso que ahora mismo siento, sos amor, alegría, y la causa por la que despierto día a día. Si sos mi bandera blanca, sos la gota de lluvia, sos la vida, sos lo que mas me ha estremecido hasta hacerme perder el sentido. Son tus ojos, hija mía, lo que me vuelven loco de amor. Fue tu mano, Amélie, la que apretó mi dedo y me atrapo por siempre. Es tu sonrisa, el motivo de mi lucha. ¿y como poder explicar con palabras lo que siento? Si nada de esto alcanza para entender este: Te amo hija mía.


Y ahora mis sueños han cambiado, ya no quiero solo ser un escritor, ahora también quiero llegar a viejo, y que vos seas escritora mi amor. Pero no que escribas cuentos, ni canciones, ni libros, sino que, con el puño bien apretado, escribas toda tu vida y tus sueños, y que seas todo lo feliz y libre que puedas ser. Yo siempre te voy a acompañar.



Bienvenida Amélie.



Soy tu papá. Gracias!
Y ahora mas que nunca, la paz empieza en tu sonrisa.


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