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viernes, 30 de marzo de 2012

Cuesta poco enloquecer.


"Si mis minutos parecen siglos cuando te vas, es porque al quedarme solo veo toda mi idiotez"


Indio Solari.


Recuerdo verte pisar las hojas secas de aquel otoño que paso y deleitarte con sus ruidos al romper. Recuerdo tu risa también.

Hay veces, y por lo que creo son muchas, que equivoco lo real con lo irreal, algo así como que todo es un sueño y lo real no esta, sentir que ella duerme a mi lado y escucharla respirar, pero al darme vuelta sigo estando solo. También hay veces que no entiendo ciertas cosas como ya les conté alguna vez, ahora se sumaron mis mañana que no las entiendo mas, pero otras tantas confundo... Confundo lo irreal de lo real, al puno no de desconfiar hasta de mi rutina, de mis palabras y de mi cama algunas noches. Confundo los sueños y las veredas de las calles, las motos y los pájaros, la nieve con el frío, el amor con los daños y llego a pensar que el amor duele y que todo lo que se dice es completamente estupido y efímero, como mis textos que también los confundo con vos mi negra.

Es que no pude escribir más amor.

Confusos son los días que nos llevan a la luna, y la vida que muchas veces se confunde con la muerte quizás, como también los placeres, los malos enemigos y las verdades que no dije y me alejaron aun mas de lo que fui, por que hay veces que confundo quien soy y quien fui. Tantas noches me acuesto creyendo que soy José y en realidad quien se acuesta es Iuse, y  al revés también suele sucederme, aunque casi siempre quien me despierta es José y no aquel loco escritor que nació en un mundo lejano y confuso que fui y quizás algún día volveré.

Como reías aquel otoño.

Confusas son las vueltas de la vida, volver es confuso, muy confuso, porque siempre el camino de vuelta es el más difícil e incierto. Cuesta mucho volver hacia atrás, hacías vos, hacías toda esta confusión que en otro momento lo llame amor. Cuesta la vida, cuestan los días y cuesta sacarte de mí y de todo mí alrededor. Cuesta más que confundirme y tropezar... Y tropezar otra vez.

Los recuerdos cuestan mucho y no se van.

Cuesta tanto esta vida como cuesta el olvido y mas me cuesta desde que no estas, desde que te abrace en aquel balcón y te dije adiós, desde ese momento me cuesta tanto todo que ya ni tengo valor para salir a buscarte para pedirte perdón, para poder abrazarte y decirte todo lo que necesito estar con vos. Porque esta vida cuesta tanto como el olvido. Porque todo es tan confuso que creo que el amor duele. Porque mis días son eternos. Porque mis noche no son noche sin vos. Porque confundo hasta un final, hasta las nubes con las tormentas y todo el frío de este otoño me confunde mucho más porque no estas mi amor, porque no tengo tus pies sobre los míos, porque tu boca no dibuja una sombra en mi pared, porque tu risa es muda y la luna de papel. La luna que oculta tu cara del otro lado y mas allá, y vuelvo a tropezar por enésima vez y me cuesta y me confundo y no se caminar.

Cuesta mas empujarte allá, lejos.

Y aunque todo esto cuesta, sigo y sigo caminando por ahí como un loco coronel, como un sueño echo de tiempo, como una carcajada ronca,  silbando canciones de amor… Pero sin vos.

Cuesta poco enloquecer.



"Si mis minutos parecen siglos cuando te vas, es porque al quedarme solo veo toda mi idiotez"


Soy Iuse, el extranjero. Gracias!
La paz empieza en tu sonrisa.

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